Era un día cualquiera y yo caminaba por la calle de costumbre, la misma que suelo rondar cuando nada más quiero respirar. Las mismas personas, los mismos semáforos, las mismas casas, las mismas calles. Era tarde, como de costumbre. Caminaba y caminaba en dirección a no-sé-dónde-ni-para-qué.. pero caminaba. Mis manos estaban heladas, rodeando mi cuello estaba esa bufanda que habías tejido para mí, y mi cabeza iba cabizbaja. En fin, así iba caminando por esa calle con luz tenue, como de costumbre. Casi al doblar a la derecha por la esquina de siempre, encontré un papel en el suelo y lo recogí. Comencé a leerlo y decía algo así: "Esperaba que alguien como tú estuviese leyendo estas líneas. Hoy ya no sé si estoy, o si tal vez ya me fui, y no sé si mañana lo sabré. Sé que ayer no tuve un buen día. Sé que me sentía angustiada, tanto así que me ahogaba; no lograba respirar bien, no podía estar bien. Sentía que me perdía en esa extraña y estúpida sensación que me acomplejaba, que me hundía, hundía y seguía hundiendo hasta no saber en qué iba a terminar. Esa sensación de angustia que a veces creo eliminar, mas cuando menos lo espero allí re-aparece y ríe a carcajadas mientras mis ojos no dejan de llorar, mientras mis mejillas se inundan y mis manos no dejan de dañar. Ayer sentí que aquella cruz se incrustaba aún más en mi pecho y que el dolor era inmenso. Sentí que los recuerdos volaban por mi mente, apareciendo por aquí y por allá.. como si se hubiese abierto el cofre donde dormían. Ayer sentí que nada de lo que pasó tenía alguna importancia para tí, que ya lo habías echado al olvido y bajo siete llaves (y quién sabe cuántas más) le habías puesto pestillo. Sentí que soy una estúpida por seguir así, después de tanto tiempo. De no ser capaz de re-hacer mi vida como tú lo has hecho con la tuya. De no saber en dónde estoy, por qué estoy y para qué estoy. Estúpida al sentirme estúpida. Ayer no fue mi día, además de lo que ya te conté, agrégale el hecho de no saber hacia dónde voy. De no saber quién soy. De no conocer(me). Y bueno, por último.. espera, no hay nada de último".
Tiré el papel y pensé "tonterías". Y continué mi camino hacia no-sé-dónde-ni-para-qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario