27/9/10

Fuiste tú quien apareció aquella vez.

Hacía frío. Estaba lloviendo. Traía solo unos jeans, una chaqueta y el típico pañuelo que uso a modo de bufanda. Estaba empapada y bastante lejos de casa. Nada de eso importaba. Quería caminar, solo caminar. Avanzar hasta ya no dar más. No tenía destino alguno. Iba sin rumbo. Solo quería caminar. Llorar. Gritar. Pensar. Tenía la mirada perdida en el suelo. Iba con la cabeza cabizbaja. Los ojos llenos de lágrimas. "¿Y ahora qué?" -recuerdo que pensaba-. De repente, vi unos zapatos frente a los míos. Estaban impecables, eran casi nuevos. Levanté la vista. Allí estabas. Casi como un ángel. Recuerdo lo primero que me dijiste "Ánimo, aquí estoy. Siempre estuve y siempre estaré. No desistas, no ahora que queda tan poco. No te desmotives por cosas contra las que aún puedes luchar. Jamás te dejaré caer. Seré aquel farol que de luz a tu sendero. Escucha mis palabras en el viento, soy yo quien te habla. Quien te anima a continuar este camino que muchos llaman vida."

Quizás fuiste real, quién sabe.

Caminando por el parque, creí haberte visto. No alcancé a ver si realmente eras tú. Creí verte en un paradero, pero cuando se detuvo una micro para recoger -o dejar- algún pasajero, ya no estabas. ¿Fue real? Ya ni eso sé. Creo que es imposible diferenciar entre la realidad y lo irreal cuando se trata de tí. No sé si soy yo la que se va a un mundo irreal cuando estoy a tu lado, o eres tú el que hace que vuele hasta el infinito, allá donde las nubes son de algodón y eres capaz de saltar de una a otra, rebotando como si no hubiese tiempo, preocupaciones, cosas que hacer. Sentirte libre, descansada, relajada, despreocupada.. feliz, con ganas de vivir, de sentir, de querer salir. Quién sabe cómo lo haces para lograr que sienta esto que llevo aquí dentro. Es tan, pero tan fuerte que ni lo imaginas. Es más de lo que puedo expresarte con palabras, más de lo que soy capaz de hacerte ver. Quizás jamás te llegues a enterar de esto, pero ello no es razón por la que deba dejar de escribirte. Quizás nunca llegues a saberlo, aún así, yo seguiré aquí para tí. Quizás.. solo eso, quizás. No sé si fuiste real, verdaderamente no sé si te ví.. quizás fui yo la que quiso verte, y nunca estuviste allí en el paradero. Quién sabe.

23/9/10

Allá, dondequiera que estés

Era de madrugada y yo recién iba a dormir, estaba tan cansada como si hubiese pasado más de 24 horas sin dormir, me pesaban los párpados como si alguien estuviese tirándolos hacia abajo. Miré el reloj y marcaba las 04.55. "Uff -pensé-creo que he tenido un día larguísimo". Y así fue como, luego de ver la hora, apagué la luz del cuarto, cerré los ojos y trasladé mi alma a la otra habitación. Allí estaba ella, en el cuarto de al lado, mi pequeña hija, mi alegría infinita, mi fuerza del día a día. Tenía uno de sus rizos dorados en el rostro, acerqué mi mano para quitárselo. Sentí la suavidad y perfección de su rostro. Quise que el tiempo no corriera más, y mi pequeña hija se quedara así de pequeñita, como lo era ahora. Dio un suspiro muy profundo y eterno. Quizás con qué estaba soñando, tal vez con esas caricaturas que todo el día veía, o con esos juguetes que le hemos comprado, tal vez con su familia. Quién sabe. "Mi chiquitita -pensé-, eso es lo que eres y siempre serás. Créeme que jamás te voy a olvidar, y por tí siempre voy a luchar. Gracias te doy por aparecer en mi vida e instalarte como el solcito que me ilumina día a día". Estaba en esto, cuando divisé que mi pequeñita esbozaba una sonrisa en su rostro. "Quizás qué estarás soñando, pequeña". Y, sin quererlo, mi alma también esbozó una sonrisa. Imaginé a mi chiquitita con sus ojitos abiertos, esos ojitos que solo reflejan un eterno cariño, un inmenso amor y una gran curiosidad. "Tan penetrante es tu mirada hijita, que cada vez que me miras es como si repitieras ¡Ni te imaginas cuánto te quiero mamita!". Mi chiquitita, mi amada hijita.. esa eres tú. Imagino los primeros pasos que diste.. cómo te brillaban los ojitos! Tu carita tan emocionada, tus brazos extendidos hacia mí y yo allí.. enfrente.. esperando por tí.. Justo cuando ibas llegando a mis brazos, levantaste la vista y te tiraste hacia mí, me abrazaste tan fuerte que tu cariño llegó a mi cuerpo y lo único que pude hacer, fue sonreír. Estaba consumiéndome en estos pensamientos, cuando sentí un ruido.. constante y molesto. De repente, volví a mi habitación y abrí los ojos: era el despertador. Lo apagué, miré la hora y el reloj marcaba las 08.40. "Otro día más -pensé-, pero creo que ya pronto se terminarán. No quiero estar más acá. Hija, te extraño mucho y, ¿sabes? Hoy volví a soñar contigo. Quizás dónde estarás.. en el más allá. Dondequiera que estés, te mando un abrazo, un beso y un gran te quiero. Mamá".

20/9/10

Ésta va para tí

Escrita hace tiempo, pero creo jamás la había subido.

Lágrimas se desprenden de mi alma, como la lluvia cae por mi ventana; recuerdo a cada instante lo que pasó aquella tarde; creí que todo sería diferente, pero todo lo que hice fue inconsciente; arruiné el momento que más anhelaba, eras todo lo que yo buscaba. No quise hacerlo, lo lamento y hasta el día de hoy me arrepiento. Han pasado dos años desde entonces, y es como si hubiese sido ayer; te recuerdo como la más maravillosa persona que he llegado a conocer. Tomamos caminos muy distintos, siempre pensando en nosotros mismos. Nos alejamos demasiado y ya no tenemos contacto. Quizás haya sido por el bien de los dos, pero yo nunca voy a olvidar aquel hombre que me robó el corazón.