30/9/11

Hoy, no sé.-


Hoy estoy a punto de ir(me) a la chucha, y no volver más.-

27/9/11

Sigo sin saberlo

Era un día cualquiera y yo caminaba por la calle de costumbre, la misma que suelo rondar cuando nada más quiero respirar. Las mismas personas, los mismos semáforos, las mismas casas, las mismas calles. Era tarde, como de costumbre. Caminaba y caminaba en dirección a no-sé-dónde-ni-para-qué.. pero caminaba. Mis manos estaban heladas, rodeando mi cuello estaba esa bufanda que habías tejido para mí, y mi cabeza iba cabizbaja. En fin, así iba caminando por esa calle con luz tenue, como de costumbre. Casi al doblar a la derecha por la esquina de siempre, encontré un papel en el suelo y lo recogí. Comencé a leerlo y decía algo así: "Esperaba que alguien como tú estuviese leyendo estas líneas. Hoy ya no sé si estoy, o si tal vez ya me fui, y no sé si mañana lo sabré. Sé que ayer no tuve un buen día. Sé que me sentía angustiada, tanto así que me ahogaba; no lograba respirar bien, no podía estar bien. Sentía que me perdía en esa extraña y estúpida sensación que me acomplejaba, que me hundía, hundía y seguía hundiendo hasta no saber en qué iba a terminar. Esa sensación de angustia que a veces creo eliminar, mas cuando menos lo espero allí re-aparece y ríe a carcajadas mientras mis ojos no dejan de llorar, mientras mis mejillas se inundan y mis manos no dejan de dañar. Ayer sentí que aquella cruz se incrustaba aún más en mi pecho y que el dolor era inmenso. Sentí que los recuerdos volaban por mi mente, apareciendo por aquí y por allá.. como si se hubiese abierto el cofre donde dormían. Ayer sentí que nada de lo que pasó tenía alguna importancia para tí, que ya lo habías echado al olvido y bajo siete llaves (y quién sabe cuántas más) le habías puesto pestillo. Sentí que soy una estúpida por seguir así, después de tanto tiempo. De no ser capaz de re-hacer mi vida como tú lo has hecho con la tuya. De no saber en dónde estoy, por qué estoy y para qué estoy. Estúpida al sentirme estúpida. Ayer no fue mi día, además de lo que ya te conté, agrégale el hecho de no saber hacia dónde voy. De no saber quién soy. De no conocer(me). Y bueno, por último.. espera, no hay nada de último".
Tiré el papel y pensé "tonterías". Y continué mi camino hacia no-sé-dónde-ni-para-qué.

19/9/11

Primera vez

Aquella música fue la que oí cuando por primera vez nuestros labios se encontraron; cuando por primera vez mis manos te acariciaron; cuando por primera vez nuestros cuerpos se tocaron ...

14/9/11

Tu sonrisa es la mía; mi sonrisa es la tuya.


Sonríe conmigo.. ríete de tí, de mí, de él, de ella, de nosotras/os, de ellos/as.. ríete de la VIDA! Porque vida eres tú, vida soy yo, vida es él, vida es ella, vida somos nosotras/as, vida son ellos/as..
vida ES.-

¿Y el mañana? El mañana es mañana. No es AHORA. Y AHORA es lo único que tengo. Porque yo AHORA respiro, AHORA sonrío, AHORA siento, AHORA pienso.. AHORA VIVO.-

Dedicada a Katherine Urbina V.




12/9/11

I guess.

Crees no poder ver, pero eres solo tú quien provoca esa ceguera. Crees no poder sonreír, pero eres solo tú quien no permite que los músculos de tu rostro se muevan, y goza de esa rigidez facial. Crees no poder respirar, pero eres solo tú quien mantiene las manos rodeando tu cuello, apretadas con la misma fuerza que utilizaste cuando te suicidastE.-

11/9/11

Ángel de Klee


"(...) Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas... Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso." (Walter Benjamin).-




Piedra en el zapato.

A veces creí que ibas a ser un fantasma que rondaría mi vida eternamente, uno de esos que son bien molestos y no te dejan tranquila. Aclaro que no me refiero a esos que te van a tirar los pies por la noche, sino a aquellos que rondan y rondan silenciosamente en tu vida, que incluso a veces llegas a pensar que se marcharon.. pero sin aviso previo, aparecen nuevamente y, por lo general, de forma muy intensa. Ahí están: acechando tu mente, tus pensamientos, tu forma de actuar, de decidir, de mirar la vida y de quizás qué más. Y bueno, ahí también estás tú: acomplejándote por aquello que (en teoría) ya debería estar superado; cargando con la situación y haciéndola lo más llevadera posible; pensando y recordando aquello que quedó atrás y que (lo más probable) no volverá.. pero sigues así, tropezando con la misma piedra. Esa maldita piedra que entorpece tu caminar, que a veces crees que la herida que provoca no dejará de sangrar. Sí, esa maldita piedra en el maldito zapato que entorpece tu maldito caminar.
¿Hoy? Sigo creyendo lo mismo, pero ya no es contigo.

Allí, en el último rincón

El otro día me preguntaba a qué lugar del Universo llegaba todo aquello que tú y yo jamás pronunciamos, jamás deseamos, jamás pensamos, jamás comentamos, jamás qué se yo.. solo jamás. Y bueno, supongo que todo eso llega allá, en el último rincón (del mundo); allá, dondequiera que tu mente pueda llegar/volar; allá, donde la capacidad de contención universal no existe y, por lo mismo, los límites no existen; allá, en el campo de la extensión misma ..

1/9/11

t ú

Era un día de invierno. Hacía bastante frío, y mi tenida no era más que un chaleco, esos pantalones de color negro que tanto me gustan y mis zapatillas de siempre. Caminaba por una calle con alumbrado tenue para no sé dónde, para adelante. En mis auriculares sonaba la canción de Goo Goo Dolls, Iris. De tanto en tanto una persona se cruzaba en mi camino. Eran alrededor de las 22.30 horas y yo debía estar en casa.. justamente de ahí me había ido. Quería salir a caminar, a encontrarme conmigo, a mojarme bajo la lluvia, a respirar.. a vivir. ¿A vivir? Sí, a vivir. A vivirME... no a vivirTE, como era de costumbre. Hace un tiempo comencé a vivir una vida que no me pertenece. A vivir lo tuyo como si fuese mío, y vivir lo mío como si fuese tuyo. A querer lo que tú querías, a sentir lo que tú sentías, a leer lo que tú leías, a comer lo que tú comías, a salir donde tú salías, en fin.. a vivir lo que tú vivías. A veces busco tanto que creo perderme en esa maldita búsqueda. ¿Qué busco? Nada. ¿A quién busco? A mí. ¿Por qué? Porque me perdí. ¿Cuándo? Hace tiempo. A veces creo estar cayendo en un hoyo sin fondo, y la sensación de vacío en mi estómago se repite y se repite. Otras veces creo haber tocado fondo. Pero siempre creo estar viviendo aquello que no me representa, que no me llena... que no soy. Siempre pienso y siento que vivo por tí, para tí, de tí.. y así es como suelo olvidarme de mí.
Creí que solo habían pasado unos minutos cuando me encontré pensando en esto. Miré el reloj. Eran las 03.20 am y yo aún caminada por la misma calle de alumbrado tenue, con la misma tenida, con la misma lluvia y con la misma compañía...