Crees no poder ver, pero eres solo tú quien provoca esa ceguera. Crees no poder sonreír, pero eres solo tú quien no permite que los músculos de tu rostro se muevan, y goza de esa rigidez facial. Crees no poder respirar, pero eres solo tú quien mantiene las manos rodeando tu cuello, apretadas con la misma fuerza que utilizaste cuando te suicidastE.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario